Fecha: 27 de Junio 2018
Tanto la Educación emocional como la práctica de Mindfulness actualmente ocupan un papel muy importante en el aula puesto que hay investigaciones en neurociencia que corroboran y advierten de los benéficos de ambos conceptos unidos. El cerebro de los niños y niñas en los primeros años de vida tiene una mayor plasticidad por lo que es la mejor época para que estos adquieran hábitos que mejoren su salud y bienestar en su quehacer diario. Desde la Educación Infantil se puede y se debe hacer algo al respecto.
Para ello, en este Trabajo Fin de Grado se elabora un programa de intervención aportando diferentes actividades, juegos, talleres… en las que se fomentan y se trabajan la Educación Emocional y la práctica de Mindfulness.